lunes, 9 de junio de 2014

CRONISTAS DE INDIAS: BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, OVIEDO Y BAÑOS:

Las primeras crónicas sobre los sucesos del Nuevo Mundo y especialmente sobre el escenario sobrecogedor que se ofreció a los ojos de los conquistadores, se deben a los propios protagonistas del gran encuentro entre dos mundos, hasta entonces solamente presentido. El que inicia la secuencia es sin duda el Almirante Cristóbal Colón. Sus cartas a los Reyes Católicos en las que expresa su admiración por el paisaje y sus habitantes de las tierras por él descubiertas abren una tradición y toda una corriente descriptiva del Nuevo Mundo, que contará en lo adelante con extraordinarios cultivadores, muchos de los cuales nos toca enumerar en esta reseña. como cronistas de la nueva realidad histórica de Tierra Firme.

   




Es indudable que ante los sucesos singulares de los que los Conquistadores son testigos con frecuencia, surge la expresión asombrada del Cronista. En vez de la historia reflexiva, sujeta a ciertos cánones de tipo académico, como dijera Luis Alberto Sánchez, la función del cronista fue la de «ver y contar». Se extasiaron en la soberbia naturaleza americana, para entonces de una virginidad a toda prueba, e impelidos por el reclamo de lo maravilloso convirtieron en relatos fantásticos muchos de los sucesos que les tocó narrar.
La lista de los llamados Cronistas de Indias es verdaderamente numerosa. De ellos hemos seleccionado unos cuantos nombres muchos de los cuales están intimamente relacionados con la aparición de Venezuela como entidad geográfica, en el escenario de Tierra Firme.
La lista comprende los siguientes nombres: Cristóbal Colón, Gonzalo Fernández de Oviedo, Fray Bartolomé de las Casas, Pedro Mártir de Anglería, Francisco López de Gómara, Juan de Castellanos, Fray Pedro de Aguado, Fray Pedro Simón, José Oviedo y Baños, José Gumilla y Fray Antonio Caulin.



FRAY BARTOLOME DE LAS CASAS (1484-1566)

Nace Fray Bartolomé de las Casas en el año 1484 en la ciudad española de Sevilla. Este hom bre abnegado cumplíó en las Indias Occidentales una gran labor como protector de los primítivos habitantes, y aún se conservan sus crónicas en las que narra episodios históricos del Nuevo Mundo. con cierto apasionamiento. Entre las obras escritas por el célebre religioso se encuentran las siguientes: Historia de las Indias. La Destrucción de las Indias. Relaciones y Cartas de Cristóbal Cólón, etc.
En el libro titulado Historia de la Indias, hace Fray Bartolomé de las Casas un análisis de las leyes que regían a los habitantes del Nuevo Continente. Su búsqueda se centra en los puntos negativos que contenían los preceptos, dictados por las autoridades supremas de la colonia. La explotación del indigena; por parte de los colonos es una de las principales preocupaciones del ilustre prelado. No concebia él una justicia a media en la que se desobedeciera la premisa máxima del respeto por la condición humana. Por eso, se convirtió en portavoz y luchador a tiempo completo a favor de los antiguos pobladores de nuestra América.
Sus apreciaciones en cuanto al proceso de evangelización resultan agudas y reveladoras de que el pensamiento de Fray Bartolomé de las Casas era de avanzada para la época. Veamos el siguiente fragmento, extraido de la Historia de las Indias: «Por la tercera ley se mandaba que cada uno de los españoles que tenian indios hiciese una casa de paja, para que fuese iglesia (...) y que fuese una persona con ellos para les decir el Ave Maria, y el Paternoster, y el Credo la Sawe-Regina: esta persona era el minero de las minas y el estanciero de las estancias o granjas, para escarnio de la fe y la religión cristiana, que; como arriba dijimos, las dijesen las dichas oraciones en latin o en romance, que no entendian más que si en algarabia se las dijeran, ni más ni menos, como si a papagayos instruyeran. 


JOSE DE OVIEDO Y BAÑOS (1671-1738)

Con José de Oviedo y Baños se inicia una nueva etapa en el proceso constitutivo de la historia nacional. Es verdad que entramos en el pórtico del siglo XVIII. La influencia de Solis y de Melo. afirma el rumbo de nuestra historiografia. Ya la labor de Oviedo y Baños no es la de “ver y contar” simplemente, sino que estudia, coteja, consulta documentos. Su vida misma se diferencia absolutamente de la de sus antecesores. Ya no anda el historiador en busca de hazañas y de gloria. En su casa posee biblioteca y tranquilidad. Es casi un profesional de las letras. Sus largos ratos de estudio y su holganza económica le permiten imprimir a su obra histórica un sello distinto al de sus antecesores. Ya Oviedo y Baños precisan la necesidad de un estilo. Como el infante Don Juan Manuel en el siglo XIV español, Oviedo es presa de cierto narcisismo literario. Julio PlanChart, en su magnífico trabajo sobre el historiador, incluido en su libro Temas Críticos, asienta que «Lo pintoresco, lo colorido y lo musical distinguen la prosa de Oviedo y constituyen las cualidades características de ella». El historiador transitaba por rumbos definidos.
Si realmente todavía la Historia no contaba con una orientación científica, como la del siglo XIX. Oviedo y Baños, a pesar de no haber superado en forma absoluta la etapa de las crónicas, echa las bases de lo que vendría a ser, andando el tiempo, la verdadera literatura nacional. Aunque nacido fuera de Venezuela, Oviedo y Baños amó como el que más esta tierra y en ella acabó los últimos días de su vida. Por eso Julio Panchart en el estudio citado afirma: «Los cronistas vieron con ojos españoles los hechos narrados por ellos: Oviedo los mira con ojos venezolanos. En las reflexiones que de cuando en cuando inserta en su narración está el interés y el sentido del criollo y, sobre todo, amó esta tierra y dejó demostración de ello escribiendo su Historia como no lo hicieron otros venezolanos por nacimiento y con raíces venezolanas más hondas en el tiempo, el gusto por el estilo sugerente y adornado es cosa muy venezolana y se repite en la historia literaria con caracteres muy' definidos: los escritores más glorificados entre nosotros son los que gustan del saboreo de la palabra. Oviedo, por su vida y por el hecho esencial de ella. Es un venezolano tipíco y su gloria nos pertenece». El entronque literario de Oviedo y Baños con nuestros mejores poetas y prosistas subsiguientes a él es notorio y elocuente. Su descripción de Caracas, de aquella ciudad apacible en la que vivió y quiso. tuvo profundas resonancias en poetas románticos del siglo XIX, como Heriberto Garcia de Quevedo, Pérez Bonalde y muchos otros que siguieron repitiendo la imagen de la perpetua primavera que el viejo historiador, en su Historia de la Conquista y Población de la Provincia de Venezuela, aplicó al paisaje y al clima de la ciudad fundada por Diego de Losada.


GONZALO FERNANDEZ DE OVIEDO Y VALDES (1478-1557)

Gonzalo Femández de Oviedo y Valdés fue otro de los personajes que escribió acerca del nuevo continente. Nace Oviedo en Madrid en agosto de 1478 Y durante su existencia se dedicó a recorrer las vastas tierras hasta entonces desconocidas. De todo aquel caudal de experiencias nacen sus crónicas en las que describe con estilo sencillo. pero elegante. la belleza de los paisajes y la naturaleza americana. Su obra fundamental se titula Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del Mar Océano. Este documento histórico es uno de los que ofrece mayor información acerca de la época. En sus descripciones no escapa ningún detalle acerca de la fauna. la flora y las costumbres de los primitivos habitantes. A tal respecto. resalta su crónica sobre la isla de Cubagua en la cual Oviedo y Valdés demuestra su desarrollado espíritu de observación.
En el libro XXV de la Historia General y Natural de las Indias. hay un capítulo en el que el cronista reseña algunas informaciones sobre la provincia de Venezuela. En cuanto al origen de las informaciones. Oviedo señala: «Preguntando yo a un testigo de vista tan reverendo Y Sabio y de tanta autoridad, como es el señor Obispo don Rodrigo de Bastidas, las cosas de los indios de la provinzia de Venezuela é sabiendolo él tan bien como pastor de aquellas ánimas,é assi en sus ritos e ceremonias como en la fertilidad de la tierra é otras particularidades, me dixo las que en este capítulo diré». Aunque él no fue testigo directo. su narración está llena de precisiones. En un primer momento. nos refiere la fertilidad y las bondades que ofrecen los paisajes naturales de la provincia; para luego ahondar en las costumbres y rituales de los aborígenes, habitantes de la región.






No hay comentarios:

Publicar un comentario